• La iniciativa surge de su sistema de escucha en tienda a través del cual la asociación Aurrera Markelekin solicita un carro adaptado para facilitar la compra a personas con diversidad funcional

  • Por el momento, se han incorporado unidades en casi un tercio de su red de hipermercados

Con el fin de recortar barreras y promover la inclusión en sus puntos de venta, EROSKI ha incorporado en sus hipermercados carros de la compra adaptados a personas con necesidades especiales que les impiden realizar con normalidad una actividad diaria como es la compra.

Se trata de carros aptos para uso infantil, a partir de los 4 años, y adulto que tienen una capacidad de transporte superior a los 110 kilos. El equipamiento permite transportar a personas con discapacidad motora a la vez que se hace la compra y se incorporan los productos al mismo equipamiento.

De momento, EROSKI ha incorporado unidades en casi un tercio de sus hipermercados. La previsión es ir extendiendo este modelo de carros al resto de la red.

Servicio de escucha en tienda

La iniciativa surge a raíz de la petición de la asociación Aurrera Markelekin que, a través del servicio de escucha en tienda de nuestro hipermercado Garbera, traslada la necesidad de contar con un carro adaptado para que las familias con una persona con diversidad funcional puedan hacer la compra con seguridad y cierta comodidad.

 

“Cuando se nos plantea la necesidad, en EROSKI abrimos un proceso para buscar una solución viable. Una vez localizados los equipos más adecuados, decidimos implantarlos en nuestro hipermercado Garbera y trasladar este servicio a otras tiendas y así romper una barrera de las múltiples que se encuentran las personas con necesidades especiales. Cada día trabajamos para mejorar nuestra atención a la diversidad y aportar así nuestro granito de arena para conseguir una sociedad más inclusiva, es algo que forma parte de nuestros valores como cooperativa”, explica el director de Desarrollo de EROSKI, Javier España.

“Desde la asociación hemos trabajado junto a EROSKI para buscar la mejor solución. Estamos muy agradecidos. Todo ha sido buena voluntad, entusiasmo y buen hacer. Ahora puedo hacer la compra con mi hijo Markel de manera más cómoda y segura para los dos, y como nosotros otras familias que día a día nos enfrentamos a numerosas barreras en acciones tan cotidianas como ésta”, señala María Lesaca, miembro de la asociación Aurrera Markelekin.

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