La colaboración con los productores locales es uno de los ejes diferenciales de nuestra política comercial, que impulsa un sector agroalimentario basado en la diversidad de su tejido productivo como un elemento clave para su sostenibilidad y su contribución al empleo, a la economía, a la cultura y al paisaje.

Una de las líneas de trabajo que hemos impulsado para ello es un proyecto de cooperación con productores del País Vasco. Su objetivo es mejorar la rentabilidad de las explotaciones hortícolas de Euskadi a través de la diversificación y el manejo sostenible de los nuevos cultivos. El plan, denominado Plan Hortaliza: Diversificación Sostenible Colaborativa, tiene una duración de 24 meses y está cofinanciado por el Gobierno Vasco y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).

Arrancamos esta iniciativa en la comarca del Duranguesado y la hemos extendido ya a las comarcas de Margen Izquierda y Vitoria y en breve abordaremos las zonas de Uribe Kosta, Txorierri y Bilbao.

Uno de los pilares sobre el que se asienta este plan es el de la diversificación de la oferta, puesto que no sólo se trata de comercializar las producciones actuales, sino de recuperar variedades cuya producción se ha abandonado con el paso del tiempo y de introducir nuevos cultivos de interés comercial que desde el punto de vista agronómico sea posible producir.

“Se trata de un proyecto que aborda la innovación desde distintas vertientes incorporando nuevas formas de organizar el trabajo, a través de formas colaborativas con competidores y clientes, que dará lugar a nuevos medios de producción y servirá para introducir nuevos productos en el mercado”, señala la directora Comercial de Productos Locales de EROSKI, Asun Bastida.

En el proyecto participan como socios el centro Neiker Tecnalia, la cooperativa Barrenetxe y Lapikote Baserria, así como Azkarrena S.C. e Iñaki Azkoaga en calidad de colaboradores.

“Uno de los pilares sobre el que se asienta este plan es el de la diversificación de la oferta, puesto que no sólo se trata de comercializar las producciones actuales, sino de recuperar variedades cuya producción se ha abandonado e introducir nuevos cultivos de interés comercial”.

El proyecto está dividido en cuatro fases: identificación de los cultivos, caracterización de los cultivos, diseño y ejecución de las pruebas de campo y descripción del sistema de caracterización de variedades y difusión.

Cada uno de los socios que colabora en el proyecto posee un amplio bagaje de conocimientos que comparte y pone al servicio del proyecto desde diferentes estadios de la cadena de valor. Por parte de EROSKI, además de liderar el proyecto y presidir el Comité de Gestión, somos responsables de identificar los cultivos para los que se considera necesario realizar pruebas de caracterización de variedades, de categorizar las distintas variedades testadas y de la difusión de la metodología para su implantación en otros grupos de producción.

Este plan está vinculado a otro proyecto de hortaliza local comarcal que estamos desarrollando y que consiste en acercar la hortaliza de cada comarca a nuestras tiendas en dicho entorno. Ya lo estamos desarrollando en el Duranguesado desde el 2018 y esperamos poder extenderlo a todo el País Vasco a lo largo de este año.